Un dolor desconocido y futuro
Duelen las entrañas,
de cada amor no correspondido,
de cada canción no dedicada,
de las cartas secretas no enviadas,
de los besos que no se han regalado.
Duele el tiempo imaginario contigo,
de no saber quien merecerá
un cariño genuino
y una ilsuión no vivida.
Duele el amor que aún no es desamor,
duele la ausencia de amor,
duele no ser la ilsuión de aquel,
de sentir la soledad prejuiciosa
de la sociedad moderna.
Duele el alma como el peso de la misma gravedad,
de los hijos que no llegarán,
duele la noche,
y la penumbra tiene peso propio.
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