La búsqueda milenial del significado de amor
He perdido el rumbo,
otra vez,
pero eso ya lo sabes Dios.
He perdido la cabeza
por un amor prematuro y lejano,
he perdido la fe en el amor,
en cualquier tipo de amor,
hasta el propio.
A veces, la palabra amor
es tan frívola como intensa,
eso depende de nosotros,
de la seriedad con que la asumimos,
de cómo llamamos a alguien cariñosamente,
de sentir que es real y profundo,
o una palabra más que está sobrevalorada.
Ya ni siquiera es un concepto,
es menos que eso,
en tiempos de efímeros placeres,
solo es un apodo frívolo y rebuscado.
Puede que tenga variaciones,
que se personalice,
y refute mis líneas,
que se le adicione un posesivo personal,
para dar un sentido romántico,
para demostrar afecto,
y aún exista eso en las relaciones verdaderas;
o con un sentido fraternal,
en las familias afectivas,
e incluso,
uno más abstracto y divino,
como el que ignoramos todo el tiempo
y parece ser más real,
cuando hay manifestaciones del cielo.
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